jueves, 29 de marzo de 2012

CARTA A LOS EFESIOS. V. RECOMENDACIÓN FINAL Y DESPEDIDA. 6,10-24.

              10Para terminar, dejad que os robustezca el Señor con su poderosa fuerza. 11Poneos las armas que Dios da para resistir a las estratagemas del diablo, 12porque la lucha nuestra no es contra hombres de carne y hueso, sino la del cielo contra las soberanías, contra las autoridades, contra los jefes que dominan en estas tinieblas, contra las fuerzas espirituales del mal.
              13Por eso os digo que cojáis las armas que Dios da, para poder hacerles frente en el momento difícil y acabar el combate sin perder terreno. 14Conque en pie: abrochaos el cinturón de la verdad, por coraza poneos la honradez (Is 11,5); 15 bien calzados, dispuestos a dar la noticia de la paz (Is 52,7). 16Tened siempre embrazado el escudo de la fe, que os permitirá apagar todas las flechas incendiarias del malo. 17Tomad por casco la salvación y por espada la del Espíritu (Is 59,17), es decir, la palabra de Dios.
              18 Al mismo tiempo, con la ayuda del Espíritu, no perdáis ocasión de orar, insistiendo en la oración y en la súplica; y para eso espantad el sueño y pedid constantemente por todos los consagrados; 19y también por mí, para que Dios abra mis labios y me conceda palabras para comunicar sin temor su secreto, la buena noticia 20de la que soy portavoz... en cadenas. Pedid que tenga valor para hablar de él como debo.
              21Quiero que también vosotros sepáis qué es de mí y qué tal sigo; de todo os informará Fortunato, nuestro hermano querido y auxiliar fiel en la tarea del Señor. 22Os lo mando precisamente para que tengáis noticias nuestras y os dé ánimos.
              23Que Dios Padre y el Señor, Jesús Mesías, concedan a los hermanos paz y amor acompañados de fe; 24su favor acompañe a todos los que aman a nuestro Señor, Jesús Mesías, sin desfallecer.

EXPLICACIÓN.

10-24.      La lucha contra el mal no se hace sólo con las propias fuerzas, sino con las que infunde el Señor (10-11). Ataques insidiosos del mal que domina el mundo, personificado en figuras tradicionales, diablo, soberanías, autoridades, etc.: hombres de carne y hueso, lit. "carne y sangre"; la del cielo, cf. 1,3. La lucha tiene como enemigos a los poderes que dominan a la humanidad (12). No es una lucha violenta; sus armas son la conducta propia del hombre nuevo (verdad/sinceridad, honradez) (13-14) y la propagación del mensaje (Is 52,7) experiencia interior de salvación, dada por el Espíritu (cf. 2,5) (17). El autor se apoya en Is 11,5; 52,7; 59,17.

                La oración de unos por otros demuestra el amor/solidaridad entre los cristianos (18). Situación de Pablo (19-20). Mensajero (cf. Col 4,7) (21-22). Bendición final: paz y amor, ambiente comunitario; fe, adhesión a Jesús; respuesta divina, su favor/amor (23-24).

CARTA A LOS EFESIOS. IV. RELACIONES DOMÉSTICAS. 5,21-6,9.

                   21Sed dóciles unos con otros por respeto a Cristo: 22las mujeres a sus maridos como si fuera al Señor; 23porque el marido es cabeza de la mujer, como el Mesías, salvador del cuerpo, es cabeza de la Iglesia. 24Como la Iglesia es dócil al Mesías, así también las mujeres a sus maridos en todo.
                  25Maridos, amad a vuestras mujeres como el Mesías amó a la Iglesia y se entregó por ella: 26quiso así consagrarla con su palabra lavándola en el baño del agua, 27para prepararse una Iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni nada parecido, una Iglesia santa e inmaculada. 28Así deben también los maridos amar a sus mujeres como a su propio cuerpo. Amar a su mujer es amarse a sí mismo; 29y nadie ha odiado nunca a su propio cuerpo, al contrario, lo alimenta y lo cuida, como hace el Mesías con la Iglesia, 30porque somos miembros de su cuerpo. 31"Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos un solo ser" (Gn 2,24). 32Este símbolo es magnífico; yo lo estoy aplicando a Cristo y a la Iglesia; 33pero también vosotros, cada uno en particular, debe amar a su mujer como a sí mismo, y la mujer debe respetar al marido.
           1Hijos, obedecer a vuestros padres cristianamente, como es razón. 2"Honra a tu padre y a tu madre" es el primer mandamiento que lleva una promesa: 3"te irá bien y vivirás largo tiempo en la tierra" (Éx 20,12).
                 4Padres, vosotros no exasperéis a vuestros hijos; criadlos educándolos y corrigiéndolos como el Señor quiere.
                 5Esclavos, obedecer escrupulosamente a vuestros amos de la tierra, de todo corazón, como si fuera al Mesías. 6No en lo que se ve, para quedar bien, sino como esclavos de Cristo que cumplen la voluntad de Dios con toda el alma; 7servid de buena gana, como si fuera al Señor y no a hombres; 8recordad que lo que uno haga de bueno, sea esclavo o libre, se lo pagará el Señor.
                9Amos, vosotros correspondedles dejándoos de amenazas; recordad que ellos y vosotros tenéis un amo en el cielo y que ése no tiene favoritismos.

EXPLICACIÓN.

5,21-6,9       Actitud recíproca en la comunidad (21). Caso práctico, el de las mujeres respecto a los maridos. El hombre es cabeza/jefe de la mujer (cf. 1 Cor 11,3); no se conoce el origen de esta concepción. El autor lleva su argumentación más allá de lo necesario: la obra del Mesías con la iglesia (su muerte, que hace posible el bautismo, la purifica) no puede ser repetida por el marido respecto a la mujer. Del texto de Gn 2,24 deduce el autor cuál ha de ser la actitud del marido con su mujer, como lo es la del Mesías con la Iglesia (5,21-33).

                    En la familia, relación de padres e hijos (Éx 20,21) (6,1-3). Esclavos y amos. El autor se deja llevar del tema que trata y llama a los cristianos esclavos de Cristo, queriendo probablemente indicar sólo el vínculo y la fidelidad dominante del cristiano; ese vínculo estimula a actuar con plena responsabilidad, aun en el caso de tener en la sociedad condición de esclavo. Conducta de los amos (cf. 2 Cr 19,7: "el Señor nuestro Dios no admite injusticias, favoritismos ni sobornos") (6,1-9). Escrupulosamente (5), lit. "con temor y temblor", frase hecha que indica el máximo cuidado (cf. 2 Cor 7,15; Flp 2,12).

CARTA A LOS EFESIOS. ROMPER CON EL PASADO. 4,17-5,20.

            17Por tanto, en nombre del Señor os digo y os recomiendo que no viváis más como los paganos, con la cabeza vacía, 18con el pensamiento a oscuras y ajenos a la vida de Dios; esto se debe a la inconsciencia que domina entre ellos por la ceguera de su mente: 19perdida toda sensibilidad, se han entregado al vicio, dándose insaciablemente a toda clase de inmoralidad.
            20Lo que es vosotros, no fue ésa la instrucción que os dieron sobre el Mesías; 21supongo que os hablaron de él y que, a propósito de él, os enseñaron lo que responde a la realidad de Jesús; 23es decir, a despojaros, respecto a la vida anterior, del hombre que erais antes, que se iba desintegrando seducido por sus deseos, 23a cambiar vuestra actitud mental 24y a revestiros de ese hombre nuevo creado a imagen de Dios, con la rectitud y santidad propias de la verdad.
            25Por tanto, dejaos de mentiras, hable cada uno con verdad a su prójimo (Zac 8,16), que somos miembros unos de otros. 26Si os indignáis, no lleguéis a pecar (Sal 4,4), que la puesta del sol no os sorprenda en vuestro enojo; 27no dejéis resquicio al diablo.
            28El ladrón, que no robe más; mejor será que se fatigue trabajando honradamente con sus propias manos para poder repartir con el que lo necesita. 29Malas palabras no salgan de vuestra boca; lo que digáis sea bueno, constructivo y oportuno, así hará bien a los que lo oyen.
           30No irritéis al santo Espíritu de Dios que os selló para el día de la liberación, 31nada de brusquedad, coraje, cólera, voces ni insultos; desterrad eso y toda inquina. 32Unos con otros sed agradables y de buen corazón, perdonándoos mutuamente como Dios os perdonó por Cristo.

5         1En una palabra: como hijos queridos de Dios, procurad pareceros a él 2y vivid en mutuo amor, igual que el Mesías os amó y se entregó por vosotros, ofreciéndose a Dios como sacrificio fragante.
             3Por otra parte, de lujuria, inmoralidad de cualquier género o codicia, entre vosotros, ni hablar; es impropio de gente consagrada. 4Y lo mismo obscenidades, estupideces o chabacanerías, que están fuera de sitio; en lugar de eso, dad gracias a Dios. 5Porque esto que digo, tenedlo por sabido y resabido: nadie que se da a la lujuria, a la inmoralidad o a la codicia, que es una idolatría, tendrá parte en el reinado del Mesías y de Dios.
             6Que nadie os engañe con argumentos especiosos: estas cosas son las que atraen la reprobación de Dios sobre los rebeldes. 7Por eso no os hagáis cómplices de ellos; 8porque antes, sí, eráis tinieblas, pero ahora, como cristianos sois luz. 9Portaos como gente hecha a la luz, donde florece toda bondad, honradez y sinceridad, 10examinando a ver lo que agrada al Señor. 11En vez de asociaros a las acciones improductivas de las tinieblas, denunciadlas, 12porque lo que ésos hacen a escondidas da vergüenza hasta decirlo. 13Pero todo eso, cuando la luz lo denuncia, queda al descubierto, 14y todo lo que está al descubierto recibe el influjo de la luz. Por eso dicen:

                Despierta, tú que duermes,
                levántate de la muerte
                y te iluminará el Mesías.

               15Por consiguiente, mucha atención a cómo os portáis: no como simplones, sino con talento, 16aprovechando las ocasiones, porque corren días malos. 17No seáis irreflexivos, tratad de comprender lo que el Señor quiere.
               18Tampoco os emborrachéis con vino, que esconde libertinaje; eso sí, llenaos de Espíritu, 19expresaos entre vosotros con salmos, himnos y cánticos inspirados, cantando y tocando con toda el alma para el Señor y, 20por medio de nuestro Señor, Jesús Mesías, dad gracias por todo sin cesar a Dios Padre.

EXPLICACIÓN.

4,17-5,20    La adhesión al Señor lleva consigo un cambio radical de conducta (cf. Rom 6; Col 3); la forma de vivir de los paganos se describe con el lenguaje convencional propio de los polemistas judíos (cf. Rom 1,18ss); conductas de esta clase no pueden continuar cuando se entra a formar parte de la comunidad (17-19).

                 Instrucción prebautismal; da a conocer a Jesús como salvador (Mesías) y la conducta que responde a ese conocimiento; ruptura con el pasado, cambio de vida y de actitud que hacen un hombre nuevo (cf. Col 3,10) (20-24).

                 Las recomendaciones particulares que siguen manifiestan aspectos del amor a los demás. Sinceridad (Zac 8,16) (25), renuncia al rencor (Sal 4,4) (26-27), honradez y trabajo, para poder compartir (28), buen trato con deseo de hacer bien (29). El Espíritu/amor, que configura al cristiano y lo identifica como "propiedad" de Dios (sello), es prenda de la liberación definitiva (cf. 1,13: garantía de la herencia); no actuar contra su impulso (cf. Is 63,10) (30). Buenas maneras, perdón fácil (31-32).

                El parecido de hijos con el Padre se realiza amando al prójimo como lo hizo el Hijo de Dios (5,1-2). La inmoralidad y el afán de dinero, la explotación sexual y económica, manifestaciones del egoísmo, excluyen de la comunidad/reino de Dios (3-5).

               Hay quienes representan un peligro por proponer doctrinas o prácticas contrarias al espíritu cristiano (6), inspiradas sin duda en principios paganos (antes erais tinieblas). Denunciar el mal, sin admitir complicidades (7-8). La conducta cristiana es transparente, se orienta por la sintonía con la luz, que es alegría, libertad, verdad, sinceridad, amor (9). Presencia del Señor en la vida (10). Vuelve la crítica a las costumbres paganas (11-12).

              Cita de un fragmento de un himno cristiano primitivo; el texto no se dirige a la comunidad, sino a los recién convertidos o a los que aún no creen (13-14). Exhortación a un proceder maduro (15-17). Celebración y alegría cristianas, inspiradas por el Espíritu (18-20).

CARTA A LOS EFESIOS. III. UNIDAD Y AMOR MUTUO. LA DIVERSIDAD, INSTRUMENTO DE UNIDAD. 4,1-16.

4           1En consecuencia, un favor os pido, yo, el prisionero por el Señor: Que viváis a la altura del llamamiento que habéis recibido; 2sed de los más humilde y sencillo, se pacientes y conllevaos unos a otros con amor. 3Esforzaos por mantener la unidad que crea el Espíritu, escuchándola con la paz. 4Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una es también la esperanza que os abrió su llamamiento; 5un Señor, una fe, un bautismo, 6un Dios y un Padre de todos, que está sobre todos, entre todos y en todos.
              7Pero cada uno hemos recibido el don en la medida en que el Mesías nos lo dio. 8Por eso dice la Escritura:

               Subió a lo alto llevando cautivos,
               dio dones a los hombres (Sal 67,19).

             9¿Qué significa ese "subió" sino que también ha bajado a esta tierra inferior? 10El que ha bajado es aquel que había subido por encima de los cielos para llenar el universo.
             11Y así, fue él quien dio a unos como apóstoles, a otros como profetas, a otros como evangelistas, a otros como pastores y maestros, 12con el fin de equipar a los consagrados para la tarea del servicio, para construir el cuerpo del Mesías, 13hasta que todos sin excepción alcancemos la unidad que es fruto de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, la edad adulta, el desarrollo que corresponde al complemento del Mesías.
             14Así ya no seremos niños, zarandeados y a la deriva por cualquier ventolera de doctrina, a merced de individuos tramposos, consumados en las estratagemas del error. 15En vez de eso, siendo auténticos en el amor, crezcamos en todo aspecto hacia aquel que es la cabeza, Cristo. 16De él viene que el cuerpo entero, compacto y trabado por todas las junturas que lo alimentan, con la actividad peculiar de cada una de las partes, vaya creciendo como cuerpo, construyéndose él mismo por el amor.

EXPLICACIÓN.

1-16.      El tema de la unidad, expuesto anteriormente, lleva a la exhortación. La unidad es fruto del Espíritu y exigencia ineludible del llamamiento cristiano. La actitud de humildad y amor paciente es esencial, para impedir que la unidad sea destruida por los defectos ordinarios (2-3). Motivos profundos de la unidad (4-5); sobre todos, gr. epi pántôn, cf. Rom 9,5; entre todos, gr. dia pántôn, expresa una relación con todo el cuerpo de la comunidad, a través de la cual se difunden el influjo y la fuerza de Dios; en todos, gr. en pâsin, más individual, indica la habitación de Dios en cada uno (6).

             Pasa de la relación con la comunidad como un todo a la relación con los individuos. La unidad no significa uniformidad; es dinámica, fruto de la colaboración de todos en la tarea común, cada uno con el don que ha recibido (7).

             Por eso dice la Escritura, lit. Por eso dice; se suple el sujeto obvio (cf. Rom 15,9.10; Gál 3,16) (8). La cita de Sal 67,19 modifica el original en el segundo verso (hebr., LXX: "te dieron tributo de hombres"), siguiendo, al parecer, el Targum de los Salmos, donde es Moisés, quien, después de haber subido al monte, baja hasta el pueblo con la Ley. De este modo, la cita y el comentario del autor (9-10) describen de modo figurado el don del Espíritu, diversificado en dones diversos, por parte de Jesús victorioso y exaltado, de nuevo presente en la comunidad (cf. 3,17).

             Los dones miran a la construcción de la nueva comunidad humana, el cuerpo/pueblo del Mesías. Apóstoles no designa a los Doce, sino a todos los que tienen el carisma de fundar comunidades y educarlas en la fe; profetas, los que, inspirados por el Espíritu, transmiten a la comunidad mensajes del Señor; evangelistas, predicadores itinerantes; pastores, responsables que cuidad de la comunidad (cf. 1 Pe 2,25, de Jesús); maestros, los que proponen y explican el mensaje de Jesús. Unidad, madurez, desarrollo pleno, cuya meta es la condición de Jesús Mesías (11-13). Resultado de la madurez en la unidad es la firmeza en las propias convicciones (14). El amor fraterno, factor de crecimiento para la nueva humanidad (15-16).

CARTA A LOS EFESIOS. PIDE LA EXPERIENCIA INTERIOR. 3,14-21.

             14Por esta razón doblo las rodillas ante el Padre, 15el que da el apellido a toda familia en cielo y tierra, y le pido que, 16mostrando su inagotable esplendidez, os refuerce y robustezca interiormente con su Espíritu, 17para que el Mesías se instale por la fe en lo íntimo de vosotros y quedéis arraigados y cimentados en el amor; 18con eso seréis capaces de comprender, en compañía de todos los consagrados, lo que es anchura y largura, altura y profundidad, 19y de conocer lo que supera todo conocimiento, el amor del Mesías, llenándoos de la plenitud total, que es Dios.
           20Al que puede hacer mucho más sin comparación de lo que pedimos o concebimos, con esa potencia que actúa eficazmente en nosotros, 21a él dé gloria la Iglesia con el Mesías Jesús por todas las generaciones, de edad en edad, amén.

EXPLICACIÓN.

14-21.       Libre acceso al Padre (14); el que da el apellido etc., lit. "de quien toda familia... tiene su nombre"; el nombre que un padre transmite y que caracteriza a los de su familia es, en nuestro tiempo, el apellido (15). No basta conocer, hace falta la experiencia del Espíritu (16). Éste da una fuerza interior que capacita para prestar una adhesión incondicional a Jesús, identificando con él y con su obra salvadora (Mesías); de esta adhesión se deriva la entrega por amor, que llega a constituir el fundamento de la existencia (17). Vivir en el amor dilata sin medida el horizonte del hombre y da la experiencia del inefable amor salvador de Jesús, que revela el ser mismo de Dios (19). La fuerza y eficacia del amor de Dios puede elevar al hombre a alturas que no imagina. Doxología (20-21).

CARTA A LOS EFESIOS. EXPLICA DE NUEVO EL DESIGNIO DE DIOS. 3,1-13.

3           1Por esta razón yo, Pablo, prisionero del Mesías Jesús para el bien de vosotros los paganos... 2Supongo que estáis enterados del encargo que Dios generosamente me ha dado con vistas a vosotros; 3cómo en una revelación se me dio a conocer el secreto que he expuesto con brevedad anteriormente; 4leyéndolo podréis daros cuenta de que entiendo del secreto del Mesías.
              5Nunca se había dado a conocer a los hombres de otras generaciones como ahora lo ha revelado el Espíritu a los consagrados, a sus apóstoles y profetas: 6que los paganos, mediante el Mesías Jesús y gracias a la buena noticia, entran en la misma herencia, forman un mismo cuerpo y tienen parte en la misma promesa; 7buena noticia a cuyo servicio estoy, regalo que me hizo Dios generosamente con la eficacia de su poder. 8A mí, el más insignificante de todos los consagrados, me concedieron este don: anunciar a los paganos la inimaginable riqueza del Mesías 9y aclararles a todos cómo se va realizando el secreto escondido desde siempre en Dios, creador del universo.
             10Así, desde el cielo, por medio de la Iglesia, se dan a conocer las soberanías y autoridades las múltiples formas de la sabiduría de Dios, 11contenidas en el proyecto secular que llevó a efecto mediante el Mesías, 12Jeśus Señor nuestro.
            Gracias a él, tenemos esa libertad de acercamiento, con la osadía que da la fe en él; 13por eso, hacedme el favor de no acobardaros cuando paso dificultades por vosotros; ellas son precisamente vuestra gloria.

EXPLICACIÓN.

1-13.      La igualdad de los hombres ante Dios, revelada recientemente por el Espíritu: los paganos son herederos juntamente con los judíos. El secreto del Mesías (4) es el designio secreto de Dios mencionado en 1,9. A los consagrados, etc. (5), mejor que "a sus santos apóstoles y profetas" (cf. Col 1,26); esta última traducción restringiría la denominación "santos/consagrados", aplicada en la carta a todos los miembros de la comunidad; de hecho, los carismas de "apóstol" y "profeta" son dones particulares derivados de la consagración general por el Espíritu. Misión de Pablo entre los paganos (7-9).

              La iglesia, donde se han eliminado las discriminaciones de religión y raza, manifiesta la sabiduría de Dios. Soberanías y autoridades, cf. 1,21 (10-11).

              Los hombres pueden acercarse a Dios sin temor y sin intermediarios; esta libertad es el efecto de la adhesión a Jesús (12). La oposición de los poderes de este mundo, que crean dificultades (13) y tienen a Pablo en prisión (v.1), es gloria para los cristianos.